Sí,
retomo este blog de orientación laboral para contaros, siguiendo la línea que
llevábamos hasta ahora, el cuándo.
Antes
que nada, tengo que disculparme con vosotros/as, porque estuve muy liada los últimos
meses con muchos y muy variados temas que me tuvieron más tiempo fuera que
dentro de casa. Por todos ellos, tuve que abandonar algunas actividades que
venía realizando, entre ellas, este blog.
Continuamos,
pues:
Todas
y todos sabemos que presentarse por la mañana temprano en una empresa para
pedir trabajo ayuda a nuestra imagen: Da la impresión a quien nos recibe de que
somos personas madrugadoras, activas. Pero ojo! No se os ocurra ir a las ocho
de la mañana, que aún estarán “aterrizando” en la oficina, leyendo el
periódico, consultando su email particular y el de la empresa... ¿O es que
vosotros no hacíais esas cosas al llegar? Está bien, no todos/as lo hacíamos,
pero para evitar situaciones incómodas o miradas desganadas de fastidio por la
interrupción, tomemos de referencia a la Administración. En los ayuntamientos, Hacienda,
el juzgado, etc., los/as trabajadoras entran a las ocho de la mañana, pero el
horario de atención al público comienza a las nueve. Esto es completamente
aplicable a la hora de salida. Nunca os presentéis después de la una y media, a
menos que tengáis una buena excusa para hacerlo. La gente empieza a pensar en
marcharse y, aunque aún les falte una hora y pico de jornada, os atenderán como
si faltasen cinco minutos para marchar.
Aunque
lo veáis un poco extraño, son cuestiones psicológicas que, si pensáis en qué
hacíais y cómo os sentíais cuando teníais trabajo, veréis que lo que os digo es
completamente lógico. Es como cuando aún estás en el instituto o en la
universidad (esto va para quienes buscáis vuestro primer empleo). ¿Verdad que
la última hora se os hace eterna? Pues tenedlo en cuenta: A casi todas las
personas les pasa lo mismo.
Por
último, queda un detalle que yo también tendría en cuenta: La pausa del café.
No os pido que os pongáis el turbante y un montón de cadenitas y pulseras, y
saquéis la bola de cristal para adivinar a qué hora salen a tomar café, pero sí
que podéis enteraros de qué horario tienen y a partir de ahí calcular la hora a
la que previsiblemente vayan a hacer su descanso. Sobre esto deciros que las
horas críticas son de diez y media a doce, según la empresa y según la persona,
claro está. Por eso yo procuraría evitar esas horas de media mañana, intentando
que las visitas a empresas me cuadrasen entre las nueve y las diez, o entre las
doce y la una, si es que prefiero ir hacia última hora.
Ahí
os queda el consejo. ¡¡¡Mucha suerte y mucho ánimo en vuestra búsqueda!!!
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