Tuesday, October 6, 2015

No le cortes el café

Sí, retomo este blog de orientación laboral para contaros, siguiendo la línea que llevábamos hasta ahora, el cuándo.
Antes que nada, tengo que disculparme con vosotros/as, porque estuve muy liada los últimos meses con muchos y muy variados temas que me tuvieron más tiempo fuera que dentro de casa. Por todos ellos, tuve que abandonar algunas actividades que venía realizando, entre ellas, este blog.
Continuamos, pues:
Todas y todos sabemos que presentarse por la mañana temprano en una empresa para pedir trabajo ayuda a nuestra imagen: Da la impresión a quien nos recibe de que somos personas madrugadoras, activas. Pero ojo! No se os ocurra ir a las ocho de la mañana, que aún estarán “aterrizando” en la oficina, leyendo el periódico, consultando su email particular y el de la empresa... ¿O es que vosotros no hacíais esas cosas al llegar? Está bien, no todos/as lo hacíamos, pero para evitar situaciones incómodas o miradas desganadas de fastidio por la interrupción, tomemos de referencia a la Administración. En los ayuntamientos, Hacienda, el juzgado, etc., los/as trabajadoras entran a las ocho de la mañana, pero el horario de atención al público comienza a las nueve. Esto es completamente aplicable a la hora de salida. Nunca os presentéis después de la una y media, a menos que tengáis una buena excusa para hacerlo. La gente empieza a pensar en marcharse y, aunque aún les falte una hora y pico de jornada, os atenderán como si faltasen cinco minutos para marchar.
Aunque lo veáis un poco extraño, son cuestiones psicológicas que, si pensáis en qué hacíais y cómo os sentíais cuando teníais trabajo, veréis que lo que os digo es completamente lógico. Es como cuando aún estás en el instituto o en la universidad (esto va para quienes buscáis vuestro primer empleo). ¿Verdad que la última hora se os hace eterna? Pues tenedlo en cuenta: A casi todas las personas les pasa lo mismo.
Por último, queda un detalle que yo también tendría en cuenta: La pausa del café. No os pido que os pongáis el turbante y un montón de cadenitas y pulseras, y saquéis la bola de cristal para adivinar a qué hora salen a tomar café, pero sí que podéis enteraros de qué horario tienen y a partir de ahí calcular la hora a la que previsiblemente vayan a hacer su descanso. Sobre esto deciros que las horas críticas son de diez y media a doce, según la empresa y según la persona, claro está. Por eso yo procuraría evitar esas horas de media mañana, intentando que las visitas a empresas me cuadrasen entre las nueve y las diez, o entre las doce y la una, si es que prefiero ir hacia última hora.

Ahí os queda el consejo. ¡¡¡Mucha suerte y mucho ánimo en vuestra búsqueda!!!