El
título no es un reflejo escrito de un tartamudeo inconsciente. Es una
correspondencia con una pregunta enfocada desde diferentes ángulos.
¿Qué
trabajo quiero? Asegurémonos de tener clara –clarísima- la respuesta a esta
pregunta, por favor. Nada de lo que sigue tiene sentido si no sabemos a dónde
vamos.
A esta
pregunta, que espero cada uno/a tenga respondida en su interior con mucha
claridad, le siguen los tres "qué" en uno:
- 1. ¿Qué tengo que hacer?
- 2. ¿Qué tengo hecho?
- 3. ¿Qué estoy haciendo?
El
orden de las preguntas, en este caso, no altera demasiado la posible
organización de las respuestas, aunque me parece importante que primero veamos
qué tenemos que hacer.
1. Lo
que tengo que hacer: Esta pregunta puede tener dos interpretaciones y por eso
es la primera que vamos a contestar. Qué tengo que hacer para acceder al puesto
de trabajo que quiero, el que llevo proyectando conseguir desde hace (...) (rellenar
con el tiempo que corresponda), el que voy a conseguir si lo planifico y
desarrollo con inteligencia el plan.
Pregunta
complicada, ¿verdad? Vamos a ver, ¿qué trabajo buscamos? ¿Qué sabe hacer la
mayoría de la gente que tiene ese trabajo? ¿Qué saben hacer las personas mejor
consideradas en ese trabajo? Es importante, aprovechando las redes sociales y
la cantidad de información que circula por internet y otros medios, buscar a
los/las mejores profesionales en nuestra área, no para repetir patrones y
modelos, sino para tener varias referencias de cómo queremos trabajar o como
no. Buscar, digamos, inspiración en otras personas que tengan más camino
recorrido (o menos, pero con más éxito). A veces interesa también buscar gente
que está como nosotros/as, porque nos da opción a conocer la competencia o
colaborar con iguales en pos de un fin semejante.
Ahora
que tenemos la lista de cosas que -aunque no salen en la descripción del
puesto- las empresas valoran como complementarias, y a veces inherentes, a
nuestra profesión, vamos a buscar otro qué: ¿Qué creemos nosotros/as que
deberíamos ofrecer como profesionales y que en general no se está ofreciendo?
Vamos
más allá con este "qué": ¿Qué características poseo, qué recursos
domino que puedan marcar la diferencia respecto al resto de profesionales de mi
campo?
Paraos
a pensar. Es una pregunta cuya respuesta precisa de mucha reflexión. Quizás
tienes un hobby que puede servir para mejorar la calidad de tu trabajo y nunca
se te había ocurrido... Lo que sea que creas que sirve, servirá. Nadie como tú
para saber cómo hacer mejor tu trabajo.
2. Lo que
tengo hecho: De toda esa lista de características que consideramos necesarias
para desempeñar bien nuestras funciones, ¿cuáles ya tenemos? Para responder a
esta pregunta, lo más fácil es pensar primero en nuestros objetivos. Queremos
ser la mejor opción para una o varias empresas. Hasta ahora, ¿qué podemos
ofrecerles? Eso es lo que tenemos recorrido, lo que ya está hecho. No porque estén
logradas hay que descuidar esas características (sean actitudinales o de
formación). Siempre podemos mejorar; por eso tener en cuenta el qué sabemos
hacer es tan importante.
3. Lo
que estoy haciendo: ¿Cuáles estamos consiguiendo o mejorando ahora mismo? Es
muy importante tener en cuenta eso que estamos trabajando en este momento. A
veces hay cosas que pensamos que no sirven para nuestro objetivo y sí que
valen; otras veces, no nos damos cuenta de que estamos mejorando una habilidad
determinada, porque no la relacionamos con nuestro objetivo. Por ejemplo, yo
estoy en la escuela de idiomas con el inglés a vueltas. No me apunté en inglés
por trabajo, pero ahí estoy, y cada año tengo que cambiar el nivel demostrable
en mi CV. Quizás últimamente usáis mucho las redes sociales y vuestro nivel ha
subido (o está subiendo) y no se os había ocurrido...
Y bien,
ahora que tenemos los “qué”, podemos tener la seguridad de que nuestra búsqueda
sigue el camino correcto.
Mucha suerte en la aventura!!! (y más planificación que suerte)